El 25 de mayo lo tomo como una jornada de reflexión: fue el inicio de un proceso que, seis años después, daría luz a la declaración de la independencia, el 9 de Julio de 1816.
En una época donde muchas veces lo efímero, lo urgente y lo inmediato nos hacen olvidar de lo importante, quiero rescatar a los hombres que entendieron que un país no se construye en unas pocas horas, días o meses.
Hoy atravesamos momentos muy difíciles que requieren planificación y responsabilidad en la toma de decisiones. Honremos a los responsables de la Primera Junta trabajando para que la sociedad argentina recupere el bienestar que supo tener.
¡Feliz día de la Patria!